Filosofia del Yo a nosotros
Filosofia del Yo al nosotros
A partir de Descartes, la nueva Filosofía occidental ve en el Yo al portador ulterior no determinado de la conciencia personal individual, al principio incomparable y omniabarcante. Para tal punto de vista este portador y este centro de la conciencia personal son idénticos a lo que se conoce como “sujeto cognoscitivo”, es decir, con el “cognoscente” o el “ser consciente”.
A esto está inmediatamente asociada una peculiaridad del Nosotros: a diferencia de todas las otras formas del ser personal, carece de límites. Cada Nosotros, sea la familia, el Estado, la Nación o la Iglesia, tiene frente a sí un Otro que no forma parte de él –cualquier Ustedes o Ellos. Pero al mismo tiempo el Nosotros puede abarcar e incluir, en un nivel superior, a todo Ustedes o Ellos -en principio, a todos los seres-. En un sentido superior, absoluto, no solo todos los hombres, sino todos los seres están en general pre-determinados a participar en un Nosotros omniabarcador, y que por ello son potencialmente una parte de ese Nosotros. Si de la estrecha unidad de mi familia, mi partido, mi grupo puedo decir Nosotros, con mayor razón puedo decir al mismo tiempo “Nosotros, los seres humanos” o incluso” Nosotros, seres creados”.
Pues como hemos visto, la distinción y separación entre Yo y Tú surge de la unidad, es la diferenciación de la unidad – de aquella unidad que, desgajándose en la dualidad del Yo y del Tú, y que al mismo tiempo permanece como unidad del Nosotros. Desde el punto de vista psico-genético, el niño recién nacido comienza a reconocer su Yo como Yo cuando la atmósfera espiritual originaria se deshace: en la mirada o en la voz materna, tierna o amenazante, y reacciona “él mismo” como vida que percibe internamente la caricia o de la amenaza que se le dirige.
Con ello no hemos querido afirmar que el Nosotros sea una categoría absolutamente originaria en relación con la cual el Yo solo sería una categoría deducida, y que tendría en la Filosofía tendría que ocupar el lugar que usualmente se le adscribe a la categoría del Yo. Tal afirmación sería falso colectivismo abstracto, la contraparte del falso individualismo abstracto. Lo que afirmamos es solamente que el Nosotros no es más ni menos, sino tan primario como lo es el Yo. No se desprende del Yo, no es la suma o la acumulación de muchos Yo, sino una forma originaria del ser, que está relacionada con el Yo. Es así mismo una unidad inmediata e indivisible, como la del Yo, una raíz ontológicamente primaria como nuestro Yo. La relación aquí considerada no se agota en la correlación del Yo con el Tú, sino que encuentra su expresión igualmente en la correlación del Yo con el Nosotros.
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